
RTVE ha sacado a concurso un nuevo contrato bajo el título rimbombante de “Servicio de auditoría del proceso de cobertura de puestos de trabajo de personal fijo”. Precio de salida: 84.960 euros. Fecha prevista de adjudicación: finales de octubre.
¿Y para qué tanta inversión? Para que una empresa externa venga a decirnos lo que todos sabemos: que el proceso de oposiciones de RTVE ha sido un desastre de manual. Impugnaciones en cadena, una brecha de seguridad, filtración de pruebas y suspensión de exámenes. Todo un récord.
El encargo a la consultora es ambicioso: revisar convocatoria, inscripción, pruebas, comités, resultados, gobernanza, ciberseguridad, relación con sindicatos… hasta el último papel. Suena bien, pero no deja de ser llamativo que haya que pagar a terceros para que nos expliquen lo obvio: que lo que falla es el sistema interno y la forma de gestionarlo y la no asunción de responsabilidades. Este concurso nos suena más a querer eludirlas con el dinero de todos.
El objetivo declarado es garantizar procesos “confiables, ágiles, transparentes y eficaces”. El objetivo real debería ser que RTVE asuma de una vez por todas que la transparencia no se compra en un pliego de condiciones: se practica.
Desde USO decimos que, si se hubieran hecho bien las cosas desde el principio, sin soberbia ni egos, no estaríamos gastando casi 85.000 euros en que nos auditen lo que ya está a la vista de todos.