La filtración del examen de oposición ha generado muchas críticas, por ello, y más que nunca, es vital destacar que el compromiso de la gran mayoría de la plantilla de RTVE con un servicio público veraz y plural, sigue siendo inquebrantable.
RTVE ha sido y sigue siendo un referente en el ámbito de la comunicación pública, con profesionales altamente capacitados que desempeñan su labor con dedicación y rigor. Los recientes acontecimientos no reflejan el trabajo diario de miles de personas que garantizan un servicio de calidad a la ciudadanía. Es injusto que los errores en la gestión o las actuaciones indebidas de unos pocos manchen la reputación de quienes siempre han mostrado su compromiso con la sociedad.
USO ha denunciado en numerosas ocasiones la falta de organización interna, la mala gestión, y los procesos opacos que han afectado a la empresa en los últimos años. Hace años que se desmanteló el equipo de organización que tejía procesos transversales, evitaba duplicidades y asesoraba sobre los costes de la estructura en busca de la optimización empresarial. Denunciamos la falta de transparencia que dañan a la empresa y a su plantilla y que responden únicamente a los intereses de algunos, directivos incluidos. Los recientes hechos son solo la punta del iceberg de un problema más profundo que requiere una revisión urgente de los mecanismos de control y gestión en la empresa, así como de sus procesos operativos.
RTVE es clave en el panorama de la comunicación y, como tal, merece un futuro sólido y bien gestionado. Es necesario implementar medidas que aseguren su viabilidad, desde una mejor planificación de los recursos, hasta procesos de selección transparentes, pasando por una dirección comprometida con los valores de servicio público. Los trabajadores y las trabajadoras de RTVE merecen una dirección que respalde su labor y que no comprometa su profesionalidad ni la confianza del público. Nunca antes había ocurrido lo que ahora estamos viviendo, y la gestión era totalmente interna. Intereses muy particulares nos han llevado al momento en el que estamos.
USO seguirá luchando por una RTVE pública, independiente y bien gestionada, en la que todas las personas que formamos parte de ella podamos desarrollar nuestra labor con las garantías necesarias, y en la que la transparencia sea la norma. Exigimos que se tomen medidas para solucionar la situación actual y que RTVE recupere el prestigio que merece, basado en la excelencia profesional y en su papel INSUSTITUIBLE como medio de comunicación público.