Skip to main content

La familia de la tele sigue perdiendo audiencia y arrastra a La 1

A una semana del estreno de La familia de la tele en La 1, el balance es preocupante. El programa, que pretendía renovar las tardes de RTVE con un formato de entretenimiento, ha generado una creciente controversia tanto en términos de audiencia como de contenido y percepción pública.

El programa emitido ayer lunes 12 de mayo en La 1 de RTVE, volvió a registrar datos preocupantes de audiencia, consolidando su tendencia a la baja.

En su primer tramo (15:54–16:59), el espacio obtuvo un 7,7% de cuota de pantalla, y en su segundo tramo (19:08–20:31) cayó aún más hasta un 5,7%, marcando un nuevo mínimo histórico para el formato. Estos resultados suponen una fuerte caída de hasta cinco puntos respecto al programa anterior en la parrilla, como Valle Salvaje, que anotó un 12,5%, o La Promesa, que firmó un sólido 17%.

El desgaste de audiencia refleja una desconexión con el público y genera cada vez más dudas sobre la continuidad del espacio. ¿Hasta cuánto tiene que caer para cancelar el programa? ¿Qué nivel mínimo de audiencia tienen en contrato? ¿O no tiene ese tipo de cláusula en contrato? Cuando se cancele, ¿quién asumirá y será la “cabeza de turco”?

Más de 130 trabajadores históricos de RTVE han firmado un manifiesto en contra del programa, al que acusan de no cumplir con los estándares mínimos de calidad ni de responder al concepto de servicio público, lo que agrava aún más la crisis que atraviesa el espacio, como denunciamos la semana pasada desde USO.

En este contexto, «La familia de la tele» se enfrenta no solo al rechazo de la audiencia, sino también a una pérdida de credibilidad interna en RTVE. Las cifras del lunes refuerzan la urgencia de replantear la estrategia de contenidos y recuperar el terreno perdido ante una competencia cada vez más sólida. Además, la responsabilidad del gasto público implica la calidad en la difusión de contenidos que cumplan con la obligación de ser un servicio público.

Y mientras tanto, EL SILENCIO DE LOS CORDEROS. Y no hace falta decir quiénes son.

Instamos a la dirección de RTVE a reconsiderar su estrategia de programación, priorizando contenidos que reflejen los valores de la televisión pública y que respondan a las necesidades e intereses de la ciudadanía. Asimismo, solicitamos una mayor transparencia en la toma de decisiones relacionadas con la producción y emisión de nuevos programas.